Neumáticos
Duración estimada: 25 minutos por unidad.
La vida útil ideal de un neumático ronda los 50.000 kilómetros, aunque este valor puede variar según múltiples factores, como el tipo y estado del pavimento, las condiciones ambientales y los hábitos tanto de conducción como de mantenimiento del vehículo.
De manera general, se sugiere realizar el reemplazo de neumáticos en pares (eje delantero o trasero) y complementar con los servicios de rotación, alineación y balanceo, según el caso. Esto permite asegurar un desgaste equilibrado, mejora la eficiencia del rodado y contribuye a un desempeño seguro y uniforme.
Especificaciones del fabricante
Revisá el manual de tu auto para conocer las medidas y características recomendadas.
Tamaño del neumático
Incluye tres medidas: ancho, perfil (altura del taco) y diámetro. Estos datos están grabados en el costado del neumático.
Índice de carga y velocidad
Indican cuánto peso puede soportar el neumático y a qué velocidad puede rodar de manera segura.
Tipo de neumático
Dependiendo del uso (ciudad, ruta, mixto, todo terreno), existe un diseño ideal para cada necesidad.
Condiciones de uso
Considerá el clima (lluvia, calor, nieve) y el tipo de superficie (pavimento, tierra, ripio, etc.) por donde circulás habitualmente.
Ejemplo de inscripción en un neumático: 225/65R17 102H
225: es el ancho del neumático en milímetros, medido de lado a lado.
65: es la relación de aspecto o perfil, que representa el porcentaje entre la altura del costado del neumático y su ancho. En este caso, la altura del perfil es el 65% de 225 mm.
R: indica el tipo de construcción. En este caso, «R» significa radial, que es la más común hoy en día.
17: es el diámetro de la llanta (rodado), expresado en pulgadas. Este neumático se monta sobre una llanta de 17”.
102: es el índice de carga, que señala cuánto peso puede soportar el neumático cuando está inflado correctamente. En este caso, 102 equivale a 850 kg por neumático.
H: es el índice de velocidad, que indica la velocidad máxima a la que el neumático puede rodar de forma segura. La letra H corresponde a 210 km/h.
Neumáticos de verano: diseñados para un rendimiento óptimo en condiciones secas y cálidas. Ofrecen excelente agarre, respuesta y estabilidad sobre superficies calientes y asfaltadas.
Neumáticos de invierno: diseñados para brindar mayor tracción, frenado y control en climas fríos, con presencia de hielo o nieve. Su compuesto especial mantiene la flexibilidad a bajas temperaturas.
Neumáticos todoterreno (All-Terrain): diseñados para SUVs, 4×4 y pickups. Incorporan bandas de rodadura más agresivas y tacos profundos para mejorar la tracción en terrenos off-road como tierra, ripio o barro.
Neumáticos para camioneta (Light Truck): diseñados para vehículos comerciales livianos como furgonetas y camionetas. Su estructura reforzada les permite soportar cargas pesadas y ofrecer mayor durabilidad.
Neumáticos de alto rendimiento (Performance): diseñados para vehículos deportivos o de altas prestaciones. Proporcionan mejor agarre en curvas, respuesta de dirección y estabilidad a altas velocidades.
Neumáticos Run-Flat: diseñados para permitir que el vehículo continúe circulando temporalmente después de una pérdida de presión por pinchazo, sin necesidad de cambiar el neumático de inmediato.
Neumáticos de uso mixto (All Season): diseñados para ofrecer un rendimiento equilibrado durante todo el año, en condiciones variadas de clima seco, húmedo o frío moderado. Son una solución práctica para quienes buscan versatilidad.
Para mejorar el desempeño y prolongar la vida útil de los neumáticos, es fundamental considerar los siguientes puntos de forma periódica:
Presión de inflado: mantener los neumáticos con la presión adecuada ayuda a optimizar su funcionamiento y a extender su durabilidad.
Rotación, alineación y balanceo: efectuar este mantenimiento cada 10.000 kilómetros permite un desgaste parejo de las cubiertas y previene vibraciones molestas al conducir.
Revisión del dibujo de la banda de rodamiento: controlar con regularidad el estado del “dibujo” del neumático es clave para asegurar un buen rendimiento del vehículo, así como una tracción, aceleración, frenado y maniobrabilidad eficientes y seguros.
Desgaste disparejo o excesivo en el dibujo de la banda de rodamiento.
Aparición de bultos o deformaciones visibles en la superficie del neumático.
Presencia de cortes profundos o grietas marcadas en la goma.
Sensación de vibraciones extrañas mientras se maneja.
Neumáticos con presión por debajo del nivel recomendado.
Sonidos inusuales como zumbidos, chirridos o golpes durante la marcha.
Disminución del agarre o pérdida de tracción en situaciones normales de manejo.